1. Ascendencia de abuelos o antepasados.
2. Ascendencia ilustre, linaje. (RAE)
«Este cementerio no es cualquier cosa, pues las lápidas del fondo son de mármol rosa. Y aunque hay buenas tumbas están mejor los nichos, porque cuestan más baratos y no hay casi bichos. Luego en plan señorial el panteón familiar de los duques Medina y Luengo. Que aunque el juicio final nos trate por igual, aquí hay gente de rancio abolengo.» (canción No es serio este cementerio)
José María Cano (1959-) Músico, compositor, director de orquesta, productor discográfico y artista plástico español
EL MUNDO DE GEORGE APLEY (The late George Apley) – 1947
Director Joseph L. Mankiewicz
Guion Philip Dunne y George S. Kaufman
Fotografía Joseph LaShelle
Música Cyril J. Mockridge
Producción 20th Century Fox
Nacionalidad Estados Unidos
Duración 93m. B/N
Reparto Ronald Colman, Peggy Cummins, Vanessa Brown, Richard Haydn, Charles Russell, Richard Ney, Mildred Natwick.
«Sé que es duro para ti querida, pero los que tenemos una buena posición no debemos olvidarnos nunca de los que no la tienen. Sólo puedo pensar en mí como alguien que tiene que pagar una deuda a la comunidad. Eso es lo que intento hacer, como lo hizo mi padre antes que yo y su padre antes que él. Y como lo hará mi hijo algún día.»
Exquisita adaptación de una pieza teatral de George S. Kaufman, inspirada, a su vez, en una alabada novela homónima de John P. Marquand, donde se anticipaban todas las virtudes estilísticas que el refinado Mankiewicz desarrollaría en su eminente legado cinematográfico. Las contrariedades que ha de afrontar el estoico patriarca de una familia de rancio abolengo para imponer su particular e inflexible disciplina, y, con ella, encauzar la vida sentimental de sus hijos, constituyen la base sobre la que discurre esta agradable, nostálgica e ingeniosa crítica acerca del arraigado conservadurismo y la regenerada escala de valores que imperaba en la alta sociedad bostoniana de principios del siglo XX. Una comedia costumbrista de indisimulada naturaleza escénica, asentada en sus magníficos diálogos y unas acertadísimas composiciones, especialmente de un Ronald Colman que ponía de relieve su persuasiva voz, su elegante compostura y su talante irónico para interpretar a un aristócrata tan anclado en las tradiciones de sus antepasados como orgullosamente apegado a la prominencia de su ciudad natal.
Otras películas ambientadas en el entorno de una familia de rancio ABOLENGO
Ocho sentencias de muerte – Robert Hamer (1948)
El gatopardo – Luchino Visconti (1963)
El desencanto – Jaime Chávarri (1976)